Pedimos a San Uriel,
nos libre de caer en la pasión del odio,
la ira y la
impaciencia,
y también nos proteja de personas malvadas,
iracundas, nerviosas;
Que
derrame en nuestro corazón
y en el alma de los que nos rodean,
el Amor, dulce,
suave y sereno.
(En la iconografía se representa a San Uriel mostrando
su pecho
y su corazón ardiente de Caridad).
Oración:
"San Uriel
rodéanos con el
Cinturón de Fuego,
ven en nuestra ayuda con tu Ejército Celestial.
Y enséñanos a
vivir y hacer como ha hecho Jesús,
aquí en la tierra.
Amén".
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