¡Oh Bellísima Flor del Carmelo,
Fructífera
Viña,
Resplandor del Cielo,
Madre Singular del Hijo
de Dios,
Virgen Siempre Pura!
Madre Santísima,
después de habernos traído el Hijo de Dios,
permanecísteis intacta y sin mancha ninguna.
¡Oh Bienavernturada Siempre Virgen,
asistídme en esta necesidad!
¡Oh Estrella del Mar, auxiliad y protegédme!
¡Oh María, sin pecado concebida,
rogad por nosotros que recurrimos a vos!
rogad por nosotros que recurrimos a vos!
¡Madre y Ornamento del Carmelo,
rogad por nosotros!
rogad por nosotros!
¡Virgen, Flor del Carmelo,
rogad por nosotros!
rogad por nosotros!
¡Patrona de los que visten el Santo
Escapulario,
rogad por nosotros!
¡San José, fiel Amigo del Sagrado Corazón,
rogad por nosotros!
¡San José, Castísimo Esposo de María
Santísima,
rogad por nosotros!
¡San José, nuestro Gran Protector,
rogad por nosotros!
rogad por nosotros!
¡Dulce Corazón de María
sed nuestra Salvación!
sed nuestra Salvación!
Amén.
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