Señor, tú conoces a cada uno
y a cada uno llamas por su nombre,
y das a cada hombre una vocación
para llegar a la salvación,
para darte gloria
y para ser una ayuda a los hombres sus hermanos.
y a cada uno llamas por su nombre,
y das a cada hombre una vocación
para llegar a la salvación,
para darte gloria
y para ser una ayuda a los hombres sus hermanos.
Ha llegado también para nuestro hijo
el momento de descubrir el camino que has
señalado para él.
Ilumina su mente con tu luz,
sostenlo con tu fuerza,
para que no se contente con un ideal fácil.
Ilumínanos también a nosotros, sus padres,
para que le ayudemos a reconocer su vocación
y a realizarla generosamente,
sin poner impedimentos a su libertad
y sin oponernos a tu guía interior.
Amén.
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