Oh, dulce Santo Juan
Diego,
gloria de los indígenas de México.
Ejemplo de auténtica pureza y humildad de corazón,
alcánzanos, por intercesión de nuestra Santa Madre,
María de Guadalupe,
Reina de México y Emperatriz de América,
la Gracia de su Santísimo Hijo,
la Gracia de su Santísimo Hijo,
para desterrar de nuestra vida
toda corrupción y tentación
toda corrupción y tentación
que nos aleje y separe de Dios,
poniendo en peligro la Salvación
poniendo en peligro la Salvación
que el Señor
Jesús compró
al altísimo precio de su Pasión y su Muerte en la Cruz.
al altísimo precio de su Pasión y su Muerte en la Cruz.
Consíguenos, por esa misma intercesión,
la Paz verdadera para
nuestra Patria
y la Unión, la Concordia y la Solidaridad,
para que el pueblo mexicano
para que el pueblo mexicano
pueda progresar espiritual y moralmente,
alabando y bendiciendo siempre
alabando y bendiciendo siempre
a la Santísima Trinidad.
También te pedimos
la ayuda económica
para que podamos cubrir nuestras necesidades,
que en este momento son muy graves.
Lo pedimos por Nuestro Señor Jesucristo,
Hijo Único del Padre,
quien murió por nuestros pecados
quien murió por nuestros pecados
y a quien deseamos
pertenecer,
con el Espíritu Santo,
con el Espíritu Santo,
por toda la Eternidad.
AMÉN
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