(Festividad 2 de Febrero)
Somos hijos de Dios
y somos hijos tuyos,
¡oh Santísima Virgen de Candelaria!,
y los buenos hijos
deben tratar con sus padres con frecuencia,
como señal de amor y de respeto,
y abrirles el corazón y comunicar con ellos
todas sus cosas en plena confianza.
Tratándose de Dios y de Ti,
¡oh dulcísima Madre!,
en esto consistiría la verdadera devoción.
María, Virgen de Candelaria,
María, Virgen de Candelaria,
eres nuestra esperanza.
Y quienes en ti confiamos
y somos verdaderamente devotos tuyos,
vemos siempre a lo lejos,
vemos siempre a lo lejos,
aun entre las agonías de la muerte,
una Madre gloriosísima que le sonríe,
y las puertas del cielo abiertas.
Amén
Tres Ave Marías a la Santísima Virgen de Candelaria
para que nos alcance con su intercesión
las tres principales virtudes:
caridad, humildad y pureza de corazón.
Dios te salve, María ... »
-Medítese y pídase ahora la gracia
que especialmente se desee conseguir.
Para el pueblo campesino la Candelaria significaba el final del invierno, el fin de las largas noches y de los días sin apenas luz, y también el comienzo del año agrícola puesto que la vida retornaba gradualmente a los campos y a los cultivos. De modo que la vela que se encendía en cada hogar para conmemorar esa fecha simbolizaba el regreso de la luz.