='' HECHIZOS, ORACIONES Y MAGIA: agosto 2014
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Hermosas hadas vestidas de Luz de Luna,
luminosos espíritus de la naturaleza
que protegéis a todas las formas de vida:
A vosotras os invoco para solicitar vuestros favores:
 
Os pido vuestras bendiciones,
os pido vuestros dones y gracias,
que vuestros mágicos polvos me cubran
y me otorguen belleza, fortuna y prosperidad.
 
Hadas de los bosques, de los ríos, de  los arroyos,
poderosas damas de la naturaleza,
otorgadme el valor, la fuerza y la perseverancia,
derramad sobre mi la alegría y la felicidad,
haced de mi vida un caudal de prosperidad y fortuna.
 
Vientos del Norte y del Sur,
de las tierras de la hadas
y del Este al Oeste,
con vuestra brisa traedme la magia de las hadas,
y permaneceré feliz, día a día.
 

 
 
 
 
 
 
 
 

 

 
Glorioso San Benito,
modelo sublime de todas las virtudes,
vaso puro de la gracia de Dios,
yo humildemente, hoy 
me arrodillo a tus pies.
 
Imploro tu corazón lleno de amor
para pedirte tu intercesión
ante el trono de Dios.
 
A ti recurro
en todos los peligros
que a diario me rodean.
Protegerme contra mis enemigos.

Inspírame imitarte
en todas las cosas.
Que tus bendiciones
estén siempre conmigo,
para que pueda rehuir
las prohibiciones de Dios
y evitar las ocasiones de pecado.
 
tu suplico que obtengas
para mí de Dios
los favores y gracias
que tanto necesito
para superar las pruebas,
la miseria y demás aflicciones
de la vida terrenal.

Tu corazón siempre estuvo
lleno de amor, compasión y misericordia
hacia los que estaban afligidos
o con cualquier tipo de problemas.

Nunca fue rechazado
sin consuelo y asistencia
quien fuera que recurriera a ti.
 
Por lo tanto, invoco
tu poderosa intercesión,
con confiada esperanza
de que mis oraciones serán escuchadas
y me obtendrás la gracia especial,
el favor que tan ardientemente imploro:
 
(Haga su petición aquí),
 
Si es para la mayor gloria de Dios
y el bienestar de mi alma.
 
Ayúdame, oh gran San Benito,
para vivir y morir
como hijo de Dios fiel,
para ser siempre sumiso
a Su Santa Voluntad,
y así obtener
La felicidad eterna del cielo.
 
Amén.

 

 


Jesús Bendito mi redentor
Jesús Bendito mi Salvador
ven a ayudarme ahora
te pido con gran fervor.

De los malos ojos protégeme,
de las malas lenguas aléjame,
de mis enemigos escóndeme,
y de las tragedias sálvame
de los envidiosos ocúltame
de los mentirosos defiéndeme.
 
No permitas que me alcancen
los que me intimidad y acosan,
aleja a mis enemigos
donde no me puedan ver,
ni sus manos tocar,
ni sus hechizos alcanzar.
 
Jesús Bendito mi redentor
Jesús Bendito mi Salvador
si el maligno me acechara
envía a tu arcángel Miguel
general de tus milicias,
para someter al maligno
y evitar sus acechanzas.
 
Líbrame de todo mal
Jesús Bendito mi redentor
Jesús Bendito mi Salvador
pues soy pobre pecador
y Tú, mi gran protector.
 
Amén
 
 

 
 




 
Gloriosa Santa Tecla
que en el trance de la muerte,
dais consuelo y alegría
sednos, Tecla amada,
norte y guía,
en aquel punto final.
 
A los dieciocho años,
San Pablo a Dios os llevó
pues claro sol os hirió
con sus voces rayo a rayo,
tan fuerte que en celestial
pira, vuestro pecho ardía.
 
Por defender la pureza
en Antioquía os echaron
a las fieras, y olvidaron,
al veros, su gran fiereza,
triunfando así del infernal
monstruo, de la lozanía.
 
Sois especial abogada
en partos y calenturas,
en langosta y mordeduras,
y en la tempestad airada,
teniendo de todo mal
general abogacía.
 
Y por eso Tecla amada,
ante ti, todos venimos,
a rogarte nos asistas,
pues tu ayuda precisamos
en momentos tan difíciles,
y así te lo demandamos.
 
Danos protección y ayuda
para:
 
(Exponer el problema)
 
y por ello siempre tendrás
nuestra gratitud y alabanzas.
 
Sean bendita por siempre
Santa Tecla bien amada.
 
 
 
 
 
 


Glorioso San Roque,
peregrino mendicante,
que siempre ayudaste
a los enfermos contagiados por la peste,
y estuviste dispuesto
 a ayudar a los demás
por medio del servicio
y tus fervientes oraciones.
 
No tuviste hogar y falleciste
solo en una mazmorra.
No es de extrañar que los enfermos
siempre hayan  invocado
con toda su confianza tu ayuda.
 
Por favor, conceder una cura
a este enfermo, (Nombre).
 
O grandioso San Roque,
te suplicamos,
 que por tu intercesión,
sean preservados nuestros cuerpos
de las enfermedades contagiosas,
y nuestras almas del contagio del pecado.
 
 Concédenos aire salubre,
pero, sobre todo, la pureza de corazón.
Ayúdanos a hacer un buen uso de la salud,
a llevar nuestros sufrimientos con paciencia,
y, después de conocer tu ejemplo,
a vivir en la práctica de la caridad,
para que un día podamos disfrutar
de la felicidad que tú ha merecido
por tus virtudes y tu bondad.
 
San Roque, ruega por nosotros.
(3 veces)


 



Oh, glorioso evangelista San Marcos
 foco de amor inmenso,
que tu protección me asista
para ser digno de Dios.
 
Inspirado por el cielo,
descubriste la pasión
y a todos luz y consuelo
tu Santo Evangelio nos dio,
haz que mi ser no persista
del pecado en el horror.
Que te protección me asista
para ser digno de Dios.
 
En tu oscuro calabozo
el Señor te visitó.
!Cuan grande fue tu alborozo
ante aquella aparición!
Tu fe las almas conquista
y les infunde valor.
Que tu protección me asista
para ser digno de Dios.
 
Nos dejaste el Evangelio,
fuente de sabiduría,
tu emblema es el león
que clamaba en el desierto
contra toda perdición.

Glorioso San Marcos,
cronista de Dios,
protector de la ley y la justicia,
en los juicios que tengamos
danos siempre tu favor.
 
Aparta de nuestras mentes
el pecado y la maldad.
Incúlcanos indulgente
en las almas el fervor
la salud entre las gentes
y entre todos el amor.
Que tu protección me asista
para ser digno de Dios.
 
 
 
 
 



A Dios me doy, que del Cielo es,
y a la Virgen, su madre,
cuyo hijo es,
y a la Santísima Trinidad,
que sea en mi redención,
y al Espíritu Santo,
que sea en mi favor.
 
Con la mano de Abrahán
sea yo cubierto.
Las armas de san José
lleve yo al cuello.
 
Con la leche de santa María virgen
 sea yo rociado.
Con las llaves de san Pedro
sea yo guardado.

Que en este día de hoy
no sea ni preso ni muerto
ni de sangre descompuesto.
 
Quien mal me quisiere hacer,
pies tenga y no me alcance,
manos tenga y no me toque
ojos tenga y no me divise.
 
Esto digo de noche y de día:
"la Virgen gloriosa sea en mi compañía".

Jesús. Amén. Jesús.