='' HECHIZOS, ORACIONES Y MAGIA
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Vuestra Medalla ¡oh María!
es prenda de protección.

La Medalla prodigiosa
a vos purísima Virgen
debe el principio y origen
en una visión dichosa.

Todos por eso a porfía
desean su adquisición.

Vuestra Medalla ¡oh María!
es prenda de protección

Los brillantes resplandores
que vuestras manos despiden
son las gracias que reciben
de Vos los hombres viadores.

¿Quién es el que no confía
viendo tal demostración?

Vuestra Medalla ¡oh María!
es prenda de protección.

¿Quién podrá cantar Señora
los prodigios que habéis hecho
con el que llevara al pecho
la Medalla y os implora?.

Llevémosla noche y día
con tierna veneración.

Vuestra Medalla ¡oh María!
es prenda de protección.

El rayo, la tempestad,
el contagio inevitable,
de esta medalla admirable
huyen con celeridad.

La virtud que los desvía
es la de Vuestra intercesión.

Vuestra Medalla ¡oh María!
es prenda de protección.

Los enfermos desahuciados
buscan con solicitud
en la Medalla salud,
y no quedan defraudados;

Sanos, llenos de alegría
dicen con devoción:

Vuestra Medalla ¡oh María!
es prenda de protección.

Los hombres más obstinados
en la impiedad y en el vicio
del eterno precipicio
con ella han sido librados
pues por vos Dulce María
lograron su conversión.

Vuestra Medalla ¡oh María!
es prenda de protección.

Madre en gracia concebida,
rogad Señora por nos
que recurrimos a Vos
en tan miserable vida;

Muéstrate clemente y pía
ahora y en toda ocasión.

(Hacer la petición)

Vuestra Medalla ¡oh María!
es prenda de protección.




 


 

¡Oh Poderoso San Juan de la Conquista!,
Valiente guerrero y noble caballero:

Acudo hoy a solicitar tu ayuda y poder
para conquistar el corazon de mi amado.

San Juan de La Calle,
San Juan de la Conquista,
según usaste el atrevimiento
de entrar a las casas de Jerusalén
y apagar la lámpara
del Santísimo Sacramento del Altar,
por siempre entra en los cincos sentidos

de.............................

y no lo dejes pensar en nadie más que en mí,
ni en la silla sentarse,
ni en cama acostarse,
y que no tenga un momento de tranquilidad,
ni de reposo, hasta que venga humillado a mis pies.

Tráemelo poderoso San Juan Conquistador,
y yo sabré agradecerte tu favor
teniéndote presente en mis oraciones
y poniéndote una vela verde
el primer viernes de mes.


 



 
En nombre de la Diosa Madre
y del Dios Padre,
en este preciso momento y lugar,
benditos sean mis pensamientos,
según su ley y voluntad divinas,
para que sean obras de bondad y justicia.
Benditas sean  mis acciones,
según su ley y voluntad excelsas,
para obtener la virtud
de alejar de mi alrededor las malas artes
y a los espíritus de la oscuridad.
 
Benditas sean  mis palabras,
según su ley y voluntad inexorables,
para que con ellas obtenga el poder
de atraer la influencia 
de sus mensajeros de luz.
Y así, en nombre del poder único
que es Diosa y Dios,
yo te exorcizo y bendigo:
 
(dirigiéndose al objeto que se va a bendecir)
 
para que seas útil y beneficioso,
portador de buena suerte,
protector y guardián
en el modo y manera
en que seas usado
y esté en ti todo lo bueno".
 
En el nombre de la Diosa Madre
y del Dios Padre
que así  sea
 
 

 
 
 
En este día y a esta hora,
voy a hacer girar
la rueda de la buena fortuna hacia mi.
 
Por el inmenso poder
de la hermosa diosa Diana:
 
¡Invoco a la buena suerte
para que me acompañe
en todo momento y lugar!
 
¡Oh tú, hermosa Diana!,
aleja de mí todas las malas energías
y dirígelas hacia la oscuridad
de las profundas aguas del mar
donde ni a mi, ni a nadie
puedan seguir haciendo mal.
Cuándo la mala suerte salga de mi
la arrojaré fuera,
muy lejos y nuca más regresará.
 
Si me concedes este favor,
oh, hermosa Diana,
la alegría en mi casa
volverá a reinar,
y mi corazón será tuyo.
 
Entonces, contento y alegre
emprenderé el camino 
porque estoy seguro
que con tu ayuda,
la buena suerte hallare
y los caminos se irán abriendo
a mi paso para que todo me salga bien.
 
¡Que así se cumpla lo solicitado,
por la gracia de la Gran Diana !
 
 
 
 


 
 
 
Madre del universo,
oh, Diosa frecuentemente invocada,
que nutres a los mortales benevolentemente
y pródiga Diosa que todo lo da.
 
Tú que te complaces
en las obras de la paz
y del asiduo trabajo,
tu que difundes la semilla
y amasas la abundancia,
escucha mi suplica,
Diosa del cielo y de la tierra
siempre cubierta de frutos,
dame el que yo ahora te pido
 
( Aquí se nombra el pedido)
 
Gracias por este favor que os pido,
dulce Señora,
pues en verdad sé
 que estas suplicas mias escuchas
con el amor de una madre
que ninguna ayuda niega.
 
Que así sea
y así se cumpla lo solicitado.
 
 
 


 
 
 
En el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
 
¡Oh augusta Reina de las Victorias,
oh Virgen soberana del Paraíso!,
cuyo nombre poderoso alegra los cielos
y hace temblar de terror a los abismos.
 
¡Oh gloriosa Reina del Santísimo Rosario!,
 
Nosotros, los venturosos hijos vuestros,
postrados a vuestras plantas
derramamos entre lágrimas l
os afectos de nuestro corazón,
y con la confianza de hijos
os manifestamos nuestras necesidades.
 
Desde ese trono de clemencia
donde os sentáis como Reina,
volved, ¡oh María!,
vuestros ojos misericordiosos a nosotros;
a nuestras familias, a nuestra nación,
a la Iglesia Católica, al mundo todo,
y apiadaos de las penas
y amarguras que nos afligen.
 
Mirad, ¡oh Madre!,
cuántos peligros para el alma y cuerpo
nos rodean;
cuántas deudas, calamidades
y aflicciones nos agobian.
 
(Hacer la petición)
 
Detened el brazo de la justicia
de vuestro Hijo ofendido,
y con vuestra bondad subyugad
el corazón de los pecadores,
pues ellos son nuestros hermanos
e hijos vuestros,
que al dulce Jesús costaron sangre divina
y a vuestro sensibilísimo Corazón
indecibles dolores.
 
Mostraos hoy para con todos
Reina verdadera de paz y de perdón.
 
Dios te salve, Reina y Madre...
 
 
 
 





El mundo, por vos dichoso,
os llama por excelencia
Beltrán santo y milagroso.

Como caudillo de Dios,
hacéis al demonio la guerra
durmiendo en la dura tierra
y así sois más poderoso
armado de penitencia
Beltrán santo y milagroso.

Con la gran fe que gobierna
vuestro pecho de amor lleno,
bebéis por Dios un veneno
que os da vida y vida eterna:

Siendo por vos provechoso
el rigor de tu inclemencia,
Beltrán santo y milagroso.

Pues tiene el pecho amoroso
de Dios tan grande clemencia
rogad santo milagroso
por todos los que con gozo
imploramos vuestra presencia,
y atended a nuestros ruegos:

(Hacer la petición)

Sed clemente y sed piadoso
con cualquier mal y dolencia
Beltrán santo y milagroso,
devolvednos la salud
y aplacar nuestros dolores,
restituirnos las fuerzas
quitadnos las depresiones
para así poder tener
felicidad y dicha eternas,
pues teniendo buena salud,
lo demas, es cosa hecha.

Beltrán santo y milagroso,
devolvednos la salud,
pedid por nosotros a Dios,
y como agrademiento tendréis
nuestra fidelidad eterna.

Amén.

 

 

 

 




En luna llena o creciente, se recita la siguiente invocación y se deja el Tetragrammaton toda la noche a la luz de la luna, o sobre el altar personal del consagrante:

”Te cargo por los Antiguos Dioses,
por la Diosa y el Dios.

Por las virtudes del Sol,
la Luna y las Estrellas,
por los poderes del Aire,
Fuego, Agua y Tierra.

Que a través tuyo
obtenga todo lo que deseo.

Dioses Antiguos,
cargad este pentáculo
con sus poderes de protección,
para que aleje el mal de mí
y retorne a sus orígenes las malas energías.”

Después, se pasa el amuleto
por los cuatro elementos:

agua, fuego, aire y tierra.

El Pentagrama o estrella flamígera
puede consagrarse y personalizarse
recitando este poderoso mantram:
 
KLIM - KRISNAYA - GOVINDAYA - COPIJANA - VALLABAYA - SWAHA.

Al pronunciar “KLIM” se activa un flujo de energía crística que desciende instantáneamente
del mundo del Logos Solar, para protegernos
y abrir una puerta hacia abajo.

“KRISNAYA, GOVINDAYA, COPIJAMA”

infunden la energía crística en quienes las recitan.

“VALLABAYA, SWAHA” permiten defenderse del mal.

 






 


 

Pues de Dios sois estimada,
de imposibles protectora,
sednos nuestra intercesora,
Rita, Bienaventurada.
 
Vuestro nacimiento y nombre
por un angel fue advertido,
porque antes de haber nacido
ya vuestra grandeza asombraba.
 
Y pues tanto a Dios agrada
vuesto nombre y le enamora,
sednos nuestra intercesora
Rita, Bienaventurada.
 
Con el poder de tu oración,
del odio y rencor monstruoso,
librenos tu protección.
 
Hasta lo imposible cede,
ante tu poderosa presencia,
por nosotros intercede,
en esta tribulación.
 
Sednos nuestra intercesora,
Rita, Bienaventurada.
 
Eres perfecto ejemplar,
de consciencia y de virtud,
y por eso rectitud,
quiere tu nombre indicar,
tú me alientas a marchar
por sendas de perfección.
 
Cándida abeja, labrara,
en tu boca angelical,
de miel sabroso panal,
de tu candor señal rara.
 
Si tus huellas yo pisara,
¡OH, cuán rico galardón!
 
Consuelo en vuestras piedades
encuentran los corazones,
en tristezas y aflicciones,
en partos y enfermedades
su peticion siempre consigue
quien os invoca y adora
y por eso te pedimos
santa Rita bienamada:
 
(hacer la peticion)
 
sednos nuestra intercesora,
Rita, Bienaventurada,
pues de Dios sois estimada,
y de imposibles protectora.
 
Ofrécemos a Dios 3 Padre Nuestro
por las virtudes con que adornó a Santa Rita
en los cuatro estados de su vida,
para que se digne concedernos
lo que más necesitamos
por imposible y urgente que esto sea.
 
Amén.