Glorioso y alabado Señor de los Pobres,
a quienes ayudáis a salir de la miseria,
cubriendo sus necesidades,
brindando vuestro apoyo y protección.
A Vos, que sois alfa y omega,
Emperador de reyes,
Mesías, Señor y Dios mío,
a quien todos los Santos invocan,
yo os alabo y bendigo y,
por vuestra preciosa sangre
que derramasteis para salvar al pecador,
os suplico os dignéis escuchar mi súplica.
Os suplico, Socorredme económicamente,
ayúdame a salir de los graves problemas
que me afligen y torturan mi vida.
Vos sabéis que yo he puesto
todo lo humanamente posible
para salir adelante y
para poder cancelar mis deudas,
pero siempre salen dificultades
que me impiden llevarlo a cabo.
Señor de los Pobres, apiádate de mi,
Señor de los Desamparados,
socórreme en mis desdichas,
Señor de los Afligidos,
ten piedad de mí.
Amén.
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