Jesucristo hijo de Dios Vivo,
guárdame y sálvame
Salvador del mundo
líbrame de lo que no sé,
librarme, y líbranos
de aquellos que no supimos
líbranos, los que sin confesión murieron
acógelos en tu gloria.
Madre de Dios ruega
a tu benditísimo y preciosísimo Hijo,
Flor de los patriarcas y profetas.
Señora de los Apóstoles,
Mártires y Confesores,
Corona de las Vírgenes
ayúdame en mi postrero día
ahora y cuando mi alma salga
de este mi cuerpo
y que vaya a gozar del Reino de los Cielos.
Virgen Santísima María,
fuente de Vírgenes,
templo de virtudes, alegría nuestra,
escudo de cristianos y,
consoladora de necesitados y afligidos:
Ruega por que no nos abandone la salud,
que nunca escasee el trabajo
y que con su fruto,
podamos vivir dignamente,
que los campos sean fértiles
y los hogares también,
que los hijos crezcan fuertes,
que en ellos haya bendición,
y que en nosotros reine la paz
el amor y la prosperidad.
Guárdanos de todo mal,
desgracias y desastres,
más danos tu protección
guarecidos bajo tu manto.
Amén.
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