Señor Jesús, tú eres nuestra paz,
mira
nuestra patria dañada por la violencia
y dispersa por el
miedo y la inseguridad.
Consuela el dolor de quienes sufren.
Da
acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan.
Toca el
corazón de quienes olvidan que somos hermanos
y
provocan sufrimiento y muerte.
Dales el don de la
conversión.
Protege a las familias, a nuestros niños,
adolescentes y jóvenes,
a nuestros pueblos y comunidades.
Que como discípulos misioneros tuyos,
ciudadanos responsables,
sepamos ser promotores de
justicia y de paz,
para que en ti, nuestro pueblo tenga
vida digna.
Amén.
María, Reina de la paz, ruega por nosotros.
0 comentarios
Publicar un comentario