='' HECHIZOS, ORACIONES Y MAGIA
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Nada te turbe,
nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda;
la paciencia todo lo alcanza;
quien a Dios tiene
nada le falta:

Sólo Dios basta.

Eleva tu pensamiento,
al Cielo sube,
por nada te acongojes,
nada te turbe.
 
A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
nada te espante.

¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
todo se pasa.

Aspira a lo Celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.

Ámala cual merece
bondad inmensa;
pero no hay amor fino
sin la paciencia.

Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
todo lo alcanza.

Del infierno
acosado aunque se viere,
burlará sus furores
quien a Dios tiene.

Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios tu tesoro
nada te falta.

Id, pues, bienes del mundo;
id dichas vanas;
aunque todo lo pierda,
sólo Dios basta.
 
 
 


 
 
 
Padre Celestial, nos has dado un modelo de vida
en la Sagrada Familia de Nazaret.

Ayúdanos, Padre amado, a hacer de nuestra familia
otro Nazaret, donde reine el amor, la paz y la alegría.

Que sea profundamente contemplativa,
intensamente eucarística y vibrante con alegría.

Ayúdanos a permanecer unidos por la oración
en familia en los momentos de gozo y de dolor.

Enséñanos a ver a Jesucristo
en los miembros de nuestra familia
especialmente en los momentos de angustia.

Haz que el corazón de Jesús Eucaristía
haga nuestros corazones mansos y humildes como el suyo
y ayúdanos a sobrellevar las obligaciones familiares
de una manera santa.

Haz que nos amemos más y más unos a otros cada día como Dios nos ama a cada uno de nosotros
y a perdónanos mutuamente nuestras faltas
como perdonas nuestros pecados.

Ayúdanos, oh Padre amado, a recibir todo lo que nos das
y a dar todo lo que quieres recibir con una gran sonrisa.
Inmaculado Corazón de María,
causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.

Santos ángeles de la Guarda permaneced a nuestro lado, guiadnos y protegednos.




 
 
El Señor es mi pastor, nada me falta.
Aunque fuese por valle tenebroso,
ningún mal temería,
pues tu vienes conmigo. (Salmo 22, 1-4)

 

El Buen Pastor

“El Señor es mi pastor, nada me falta.
En verdes pastos me hace reposar.
Me conduce a fuentes tranquilas,
allí reparo mis fuerzas.
Me guía por cañadas seguras
haciendo honor a su nombre.

Aunque fuese por valle tenebroso,
ningún mal temería,
pues tú vienes conmigo;
tu vara y tu cayado me sosiegan.
Preparas ante mí una mesa,
a la vista de mis enemigos;
perfumas mi cabeza,
mi copa rebosa.

Bondad y amor me acompañarán
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa de Yahvé
un sinfín de días.”


(Salmo 23)


 
 
 
Señor,

si valorara más lo que he recibido,

si aprendiera a descubrir lo mucho que tengo,

si tuviera más paciencia y sabiduría

para entender tus caminos,

si recuperara la sorpresa y la gratitud,

si volviera a Ti mi mirada más seguido,

seguramente aceptaría

con más alegría y confianza

la vida tal como me las has dado,

porque Tú sabes

cuál es la ruta de mi camino hacia Tí.

- Que así sea -




 
 
María, madre del amor hermoso,
dulce muchacha de Nazareth,
tu que proclamaste la grandeza del Señor y,
diciendo que "si", te hiciste madre
de nuestro Salvador y madre nuestra:

Atiende hoy las suplicas que te hago.

En mi interior una nueva vida está creciendo:
un pequeño que traerá alegría y gozo,
inquietudes y temores,
esperanzas y felicidad a mi hogar.

Cuídalo y protégelo mientras yo lo llevo en mi seno.
Y que, en el feliz momento del nacimiento,
cuando escuche sus primeros sonidos
y vea sus manos chiquitas,
pueda dar gracias al Creador
por la maravilla de este don que Él me regala.

Que, siguiendo tu ejemplo y modelo,
pueda acompañar y ver crecer a mi hijo.

Ayúdame e inspírame para que él encuentre en mi
un refugio donde cobijarse y, a la vez,
un punto de partida para tomar sus propios caminos.

Además, dulce Madre mía, fíjate especialmente
en aquellas mujeres que enfrentan este momento solas,
sin apoyo o sin cariño.

Que puedan sentir el amor del Padre
y que descubran que cada niño que viene al mundo
es una bendición.


Que sepan que la decisión heróica
de acoger y nutrir al hijo les es tenida en cuenta.
Nuestra Señora de la Dulce Espera,
dales tu consuelo y valor.

Amén
 
 
 
 


 
 
Yo te ofrezco, Señor,
la vejez de mi cuerpo,
mis músculos sin fuerza,
que sé que voy perdiendo;
mi belleza apagada que quedó en el recuerdo,
mis ojos ya sin brillo;
mis torpes movimientos;
mis piernas tan cansadas,
buscando siempre asiento;
mis manos ya gastadas de tanto que sirvieron,
en ayuda y caricias a cuantos acudieron.

Yo te ofrezco, Señor,
la nada de este cuerpo,
que fue ágil y fuerte,
que fue joven y bello,
que pasó por la vida con ruidos y silencios...

Hoy, desde este lugar en el que TÚ me has puesto
y que sabes, Señor, que es mi mundo y mi tiempo,
te ofrezco con amor la vejez de mi cuerpo...

Amén.




 
 
 
Mi deseo afiebrado, imperceptible,
de sentirme por Ti, abrazado...

Mi anhelo de vivir en simple fe,
como recuerdo de haberte,
alguna vez, saboreado...
 
Yo te creo, yo intento,yo escucho tu llamado...
¡Tal vez, te busco: deprimido o desesperado;
resentido o violentado;
pero, por lo menos: busco, intento;
con impulso activo, enérgico,
comprometido, y de tu lado..!
 
Te sigo, te descubro, caigo, me levanto...
¡Como Pedro, como Pablo;
como Agustín, como Magdalena, como Ignacio..!
¡Vivir por Ti, y renacer sano y salvo;
y desandar mis caminos errados;
y superar, en Ti, miedos y fracasos..!
 
¡Te deseo, te necesito, te amo;
te sigo, me asombro, y me desangro..!
Tu "puerta angosta", tus "renuncias",
y mis hartazgos...
Y todo mi ser que renace,
en la esperanza, de que mi pobre corazón humano,
entregado y llagado,
servirá de algo...
 
...Para tantos hermanos,
que no ven para qué vivir;
para qué soportar tanto;
y que están muy cansados y angustiados...

¡Pero que vislumbran un amanecer,
un mañana, una esperanza, un cambio;
que les transmite, que les contagia,
este pecador; que, simplemente, es su hermano..!
 
 



 


 
 
 
Padre Dios, en Nombre de Jesús,
te pido que por los méritos, virtudes
y poder de sus Santas Llagas,
que sean lavados por su Sangre,
todos los efectos,
causas, consecuencias y atributos
de las faltas de mis antepasados que no fueron reparadas
y que todavía pesan sobre m
( o sobre otros miembros de mi familia)
en forma de debilidades o tendencias
hacia esos mismos errores y pecados.

Te pido perdón en su Nombre
por haberse burlado o renegado
de los sacramentos de la Santa Iglesia
habiendo sido bautizado;
o por insultos y negaciones hechos
a cualquiera de las Tres Personas de tu Santa Trinidad.

Te pido perdón,
por cualquier infidelidad o desconfianza hacia ti.
Pido perdón en su Nombre,
por los daños que mis antepasados causaron
a la Santa Iglesia Católica, a la familia, a la sociedad,
al medio ambiente.

En el Nombre de Jesús, te ruego,
que tu amor repare las injusticias que cometieron
en contra de todas las personas, instituciones, pueblos o naciones y en sus descendientes.

Que por la intercesión
de la Inmaculada Concepción de María,
me concedas la sanación
a partir del instante de mi concepción,
la de mis antepasados y la de mi descendencia.

Que tu Espiritu Santo me inspire todos los días de mi vida, para hacer obras de caridad y servicio.

Pido que tu misericordia alcance a los que ya hayan muerto para que descansen en paz junto a ti
y para los que aún viven que tu Espiritu Santo
los convenza de sus errores
dándoles la gracia del arrepentimiento.

Amén





 
 
 
Espíritu de enfermedad

te ordeno en el nombre de Jesús,

que salgas y dejes libres a estos hijos de DIOS.

Te mando en el nombre de Jesús

que te vayas a los pies de la Cruz,

para que disponga de ti,

te prohíbo que REGRESES y vuelvas a molestarlos,

porque son hijos de Dios y nada te pertenece.