A SAN NICOLÁS DE BARI, ORACIÓN PARA PETICIONES EN SU DÍA (6 DE DICIEMBRE)

(Su festividad es el 6 de Diciembre)
 

Glorioso San Nicolás de Bari,

Luz prodigiosa del Candelero de la Iglesia,
que con el brillante esplendor
de vuestra elevada Santidad,

fuiste consuelo a muchos,

que entre las tinieblas de su ceguedad,

se lamentaban afligidos,

dándoles la vista corporal,

que de vuestra heroica
virtud solicitaban ansiosos,

y esperaban confiados.

 

Os ruego que me alumbréis

en la oscuridad de mis errores,

para que abriendo los ojos
al golpe de tan luciente llama,

mire con claridad lo mucho que he pecado,

para explicar mi dolor arrepentido

siendo este dolor que propongo,

medio que me facilite la gracia

que ahora os pido:

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(Hacer la petición)

Amen.

Aquí rezará tres veces el Padre nuestro,

Ave María y Gloria,

y dirá la siguiente Oración:
 

Amabilísimo Padre mío Nicolás,

milagro de benevolencia
y prodigio de la Gracia,
que desde los primaros alientos de
vuestra vida fijasteis los ojos

en la Jerusalén eterna,

siendo el inefable
 Misterio de la Santísima Trinidad
dulce atractivo de vuestra fervorosa devoción,

guiad mi entendimiento a la contemplación
de vuestras grandes virtudes,

y al conocimiento de mis repetidas culpas
para que la justa consideración de su gravedad,

sea motivo de un arrepentimiento sincero
y de una enmienda permanente,

gravando en las tablas de mi corazón

los diez Divinos Preceptos,

para que lo puntual de su observancia,

sea escala segura de la Gloria.

 

Interceded, Santo mío,
con María Santísima,
de cuya Inmaculada Concepción
fuisteis especialísimo devoto

 y defensor inexpugnable,

 por la que merecisteis de la piedad Divina

ser escogido entre todos los Santos,

para que fueses a libertar a Hilsino Abad,

y sus compañeros del naufragio
que padecían entre las encrespadas olas

del mar airado, mandándoles
si querían salvar las vidas
votasen celebrar, y rezar todos
los años a ocho de Diciembre
la Festividad de la Purísima Concepción
y persuadiesen a lo mismo a cuantos pudiesen.

 Para acabar mi vida

en el dichoso puerto de la Gloria, imploro

vuestra clemencia y soberano patrocinio.

También para que me alcancéis del Señor

 la gracia que os pido a continuación:

(Volver a hacer la petición)

 

Amen.