='' HECHIZOS, ORACIONES Y MAGIA: DEVOCION DE LOS 7 DOLORES Y GOZOS DE SAN JOSE PARA OBTENER LA PROTECCION FAMILIAR DE SAN JOSE
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Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos,
líbranos Señor Dios nuestro.
 
En el Nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén
 
 
Ofrecimiento
 
Glorioso Patriarca San José,
eficaz consuelo de los afligidos
y seguro refugio de los moribundos;
dignaos aceptar el obsequio de este Ejercicio
que voy a rezar en memoria
de vuestros siete dolores y gozos.
 
Y así como en vuestra feliz muerte,
Jesucristo y su madre María os asistieron y consolaron
tan amorosamente, así también Vos,
asistidme en aquel trance, para que,
no faltando yo a la fe, a la esperanza y a la caridad,
me haga digno, por los méritos de la sangre
de Nuestro Señor Jesucristo y vuestro patrocinio,
de la consecución de la vida eterna,
y por tanto de vuestra compañía en el Cielo.
Amén.
 
Primer dolor y gozo
 
Esposo de María, glorioso San José,
¡qué aflicción y angustia la de vuestro corazón
en la perplejidad en que estabais sin saber
si debíais abandonar o no a vuestra esposa!
¡Pero cuál no fue también vuestra alegría
cuando el ángel os reveló
el gran misterio de la Encarnación!
 
Por este dolor y este gozo os pedimos
consoléis nuestro corazón ahora
y en nuestros últimos dolores,
con la alegría de una vida justa
y de una santa muerte, semejante a la vuestra
asistidos de Jesús y de María.
 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
 
 
Segundo dolor y gozo
 
Bienaventurado patriarca glorioso S. José,
escogido para ser padre adoptivo
del Hijo de Dios hecho hombre,
el dolor que sentisteis viendo nacer al Niño Jesús
en tan gran pobreza, se cambió de pronto
en alegría celestial al oír el armonioso
 concierto de los ángeles y al contemplar las maravillas
de aquella noche tan resplandeciente.
 
Por este dolor y gozo alcanzadnos
que después del camino de esta vida
vayamos a escuchar las alabanzas de los ángeles
y a gozar de la gloria celestial.
 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
 
 
Tercer dolor y gozo
Ejecutor obediente de las leyes divinas,
glorioso San José, la sangre preciosísima
que el Redentor Niño derramó en su circuncisión
os traspasó el corazón, pero el nombre de Jesús
que entonces se le impuso,
os confortó llenándoos de alegría.
 
Por este dolor y por este gozo
alcanzadnos el vivir alejados de todo pecado,
a fin de expirar gozosos con el nombre de Jesús
en el corazón y en los labios.
 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria,
 
 
Cuarto dolor y gozo
 
Santo fiel, que tuvisteis parte
en los misterios de nuestra redención,
glorioso San José, aunque la profecía de Simeón
acerca de los sufrimientos
que debían pasar Jesús y María, os causó dolor,
sin embargo os llenó también de alegría,
anunciándoos al mismo tiempo la salvación
y resurrección gloriosa que de ahí se seguiría
para un gran número de almas.
 
Por este dolor y por este gozo,
 conseguidnos ser del número
de los que por los méritos de Jesús
y por la intercesión de la Virgen María
han de resucitar gloriosamente.
 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria,
 
 
Quinto dolor y gozo
 
Custodio vigilante del Hijo de Dios hecho hombre,
glorioso San José,
¡cuánto sufristeis teniendo que alimentar
y servir al Hijo de Dios, particularmente
a vuestra huida a Egipto!,
¡pero cuán grande fue vuestra alegría
 teniendo siempre con vos al mismo Dos
y viendo derribados los ídolos de Egipto.
 
Por este dolor y por este gozo,
alcanzadnos alejar para siempre
de nosotros al demonio,
 sobre todo huyendo de las ocasiones peligrosas,
y derribar de nuestro corazón
todo ídolo de afecto terreno,
para que ocupados en servir a Jesús y María,
vivamos tan sólo para ellos
y muramos gozosos en su amor.
 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria,
 
 
Sexto dolor y gozo
 
Ángel de la tierra, glorioso San José,
que pudisteis admirar al Rey de los cielos,
sometido a vuestros más mínimos mandatos,
aunque la alegría al traerle de Egipto
se turbó por temor a Arquelao, sin embargo,
tranquilizado luego por el Ángel
vivisteis dichoso en Nazaret con Jesús y María.
 
Por este dolor y gozo, alcanzadnos la gracia
de desterrar de nuestro corazón todo temor nocivo,
de poseer la paz de la conciencia,
de vivir seguros con Jesús y María
y de morir también asistidos de ellos.
 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
 
 
Séptimo dolor y gozo
 
Modelo de toda santidad, glorioso San José,
que habiendo perdido sin culpa vuestra al Niño Jesús,
le buscasteis durante tres días con profundo dolor,
hasta que lleno de gozo, le encontrasteis en el templo,
en medio de los doctores.
 
Por este dolor y este gozo, os suplicamos
con palabras salidas del corazón,
 intercedáis en nuestro favor p
ara que no nos suceda jamás perder a Jesús
por algún pecado grave.
Mas si por desgracia le perdemos,
haced que le busquemos con tal dolor
que no nos deje reposar hasta encontrarle favorable,
sobre todo en nuestra muerte,
a fin de ir a gozarle en el cielo
y a cantar eternamente con Vos
sus divinas misericordias.
 
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
 
 
Antífona
Jesús mismo era tenido por hijo de José,
cuando empezaba a tener como unos treinta años.
Rogad por nosotros, San José,
para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
 
 
Oración Final
 
Oh Dios, que con inefable providencia,
os dignasteis elegir al bienaventurado José
por esposo de vuestra Santísima Madre,
os rogamos nos concedáis tener como intercesor
en los cielos al que en la tierra
veneramos como protector.
 
Vos que vivís y reináis por los siglos de los siglos.
 
Amén.
 
 
 
 

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