='' HECHIZOS, ORACIONES Y MAGIA: noviembre 2012
.


.


.


 
 
Adórote Cruz Bendita,
estandarte venturoso donde murió el Rey Glorioso.

Vencedor del enemigo,
por ti Santísima Cruzada, esta merced pido:
que se me libre de ser vencido,
de una hora mala y fatal.

Por ti Cruzada pido,
que si en este día o en esta hora
hubiese mala influencia
procurada por mis enemigos,
la Virgen Santísima y el Espíritu Santo me libren,
y el poder de Dios me proteja,
y que por el Santísimo Sacramento
se vea alumbrada mi casa.

Ruégote Virgen y Madre de Dios,
que con el velo negro con que fuiste cubierta
sea yo tapado, y con el Santo Sepulcro de tu Hijo
sea yo sepultado;
y con el alma de Nuestro Señor Jesucristo
sea yo armado, para que mis enemigos y mis contrarios
se retiren “tres pasos atrás”,
que al decir yo el nombre de la Santísima Cruzada,
hombres y animales se rindan,
así como se rindió el demonio ante el ángel San Miguel,
y como se rindieron los judíos ante el Hijo de Dios;

Y permita la Virgen Santísima
y Madre del Amor Hermoso,
que que al dar yo un aviso en el nombre de la Santa Cruz, los enemigos invisibles de mi lado se ausenten,
y sus malas intenciones no lleguen a mí.


AMÉN.


He aquí la Santa Cruzada del Corazón de Jesús,
que me defiende de tempestades,
de maldades, y de las malicias de mis enemigos,
y me conduce por el camino glorioso,
por donde caminan las nobles almas guiadas
en este Valle de Lágrimas por el divino Jesús,
su Maestro y Salvador.

Me arrodillo ante la imagen sacratísima del Altísimo
en esta hora de contrición y retiro,
mi alma puesta en la mansión del Salvador
para ser redimida de todos sus pecados y pasiones.


AMÉN.


Debe rezarse un Padre Nuestro
y un Ave María terminada esta oración.

 


 
 
Jesús, María y José,
al levantarme te pido trabajo, salud y progreso;

José Carpintero, acompáñame
donde voy a ganar mi pan con el sudor de mi frente,
los tres ángeles de Jesús me acompañen,
los siete abogados del trono de Jesús vayan conmigo,
que hablen por mí donde voy a solicitar.

San Joaquín, San Pablo, San Miguel,
invoco también,
y estos siete credos que rezo me ayuden
por Jesús, María y José.

¡Oh Dios mío, dame pan si me lo merezco,
si no sea tu voluntad la que decida mi suerte!

Oh, Padre mío, si yo he negado pan a mi hermano
habiendo tenido oportunidad de darle,
sea por trabajo o por caridad,
perdóname mi ignorancia el haber faltado a tu ley.


Tres Padres Nuestros y tres Ave Marías.
 
 
 

 


 
 
 
¡Oh, Judío Errante de los amantes!

Según tú entraste en el templo de Jerusalén
y apagaste la lámpara del Santísimo Altar,
así yo quiero que te metas en el corazón de…..
y no me lo dejes comer ni dormir ni estar tranquilo,
hasta que no venga a mí
de todo corazón en cuerpo y alma.

Judío Errante, no me lo dejes ni en silla sentado,
ni en cama acostado, ni en sitio parado,
que por donde quiera que vaya oiga mi voz y vea mi sombra, y que según de campanazos den las campanas de la Iglesia, sean debatidos en el corazón de…….

Judío Errante, no me lo dejes vivir con nadie,
que sea yo quien me lo presente en el sueño
y me le ablande el corazón solamente para mí
y para ninguna mujer más.

Tres Padres Nuestros, tres Ave Marías.




 
 
Las pruebas de Dios duelen;

Acaso como el formón al árbol tosco
nos va dando forma y seguro que pueden
hacernos utensilios de valor y de buen costo.

Hay muchas clases de maderas,
Y así,muchas clases muchas clases de personas;
Unas suaves y sensibles,otras duras y ásperas;
Pero creo que el formón divino lo puede todo.

No obstante todo esto hay gozo;
Gozo indecible, como un rebosante vaso,
Así se vuelve un corazón probado;
Así de uno depende el ser aprobado.

Es una guerra con uno mismo...

Y guerra con el belial, y guerra, feroz guerra,
Con las circunstancias,el egocentrismo;

Es estar encerrado con todos los enemigos afuera.

Los días parecen eternos como que nunca terminan;

Son lúgubres, son de soledad;
De optimismo y pesimismo en un mismo instante;

No obstante, camino indispensable para todos.



 


 
 
Bienaventurados los que trabajan para la Nueva Era.

Bienaventurados los que se olvidan de sí mismos
en este camino y en este esfuerzo.

Bienaventurados aquéllos a quienes ni el miedo,
ni la duda, ni las preocupaciones mundanas
apartan de la Verdad y del Camino.

Bienaventurados los que creen,
los que sueñan y los que creen
que los sueños se volverán realidad.

Bienaventurados los siervos de Dios.
 
Bienaventurados los que sirven
porque ellos serán servidos en la mesa del Señor,
en el Reino de DIOS.

 


 
 
 
Hoy, Señor,
Ayúdame a entregar el mensaje real de la humanidad:
el mensaje de gozo y amor.

Ayúdame a entregar este mensaje a mi propia mente,
a esa parte de mí que está siempre
juzgando y abusando de mí.

Déjame entregar este mensaje
a esa parte de mí que juzga a otros humanos.

Empezando hoy,
ayúdame a liberar mi mente
de todos los falsos mensajes
que he entregado a cada ser humano,
a cada forma de vida en este hermoso planeta.

Hoy, Señor, manifestaré Tu amor en cada palabra
que exprese, en cada acción que tome,
de manera que todo lo que haga
se vuelva un ritual de amor para Ti.

Te amo tanto que te veo en todas partes.
 
No hay forma que Te puedas ocultar de mí
porque mi amor siempre te encontrará.

Empezando hoy, respetaré cada creación
y trataré a cada creación
en la manera en que Te respeto y Te trato.

Te veré en los ojos de todos los humanos
detrás de sus caretas,

detrás de las imágenes que ellos pretenden ser.
 
Respetaré la vida que se manifiesta a través de mí,
de manera que cada vez que me veo en el espejo,
veo la belleza de Tu manifestación.

Gracias, Señor, por crearme,
así yo pueda percibir la belleza de Tu manifestación.

Gracias por darme un cuerpo emocional
así yo pueda estar en éxtasis,
con solo sentir Tu presencia divina.

Sé que eres mi Fuerza de Vida, mi Creador.

Juntos podemos crear el más hermoso sueño
un sueño de amor y paz y gozo.

Juntos podemos crear el Cielo en la Tierra,
para la felicidad eterna de la humanidad.

Amén.

 


 
 
 
Quisiera, Señor, decirte...

todo lo que en Ti he encontrado.
al mirarte abandonado llorando por mí quizá;

Quisiera decir a todos que aún les estás esperando,
y que un Dios que está llorando a nadie rechazará.

Los que sufrís en la vida esos dolores sin nombre,
venid, mirad a este Hombre que sabe lo que es llorar,
os mirará compasivo y olvidará sus dolores
aunque son mucho mayores por poderos consolar.

Los que nunca habéis triunfado,
los que siempre habéis sentido la soledad
y el olvido y el frío del corazón,
mirad a un hombre que sabe de abandono,
de amarguras, de olvido de criaturas,
de dolor, de incomprensión.

Vosotros, los pecadores,
los que le habéis despreciado,
los que así le habéis parado,
mirad a este Hombre que es Dios;

No temáis que no os reciba, que el amor a sus hermanos
le ha atado de pies y manos y no puede huir de vos.

Y los que habéis sido suyos y después le habéis dejado, miradle aquí, tan callado porque ya no quiere hablar;
mirad al que ya no os mira porque tanto os ha mirado
que sus ojos se han cegado de miraros y llorar.

Miradle los que sois suyos, miradle
para imitarle y miradle para amarle.

Pues no hay un amor más fiel;
no quitéis jamás los ojos de este Maestro Divino
porque no hay otro camino para caminar por él.

Y luego tú, alma escogida,
alma mil veces dichosa
porque has encontrado hermosa la Faz de tu Cristo así, agradece esas salivas que su rostro ha recibido
y esa sangre que ha corrido para hermosearte a ti,
y en fin, mirad Padre Eterno,
mirad así a Vuestro Cristo,
y después de haberle visto miradnos con compasión.

Sólo por Él somos dignos
de esperar algún consuelo,
de alzar los ojos al Cielo
y de alcanzar el perdón.
 
 
 


 
 
Brazo Poderoso, ante tí vengo
con todas las fuerzas de mi alma
a buscar consuelo en esta difícil situación.

No me desampares en las pruebas
que me han de herir en mi camino,
sea tu Brazo Poderoso el que obre
según tus sagrados designios
para darme la tranquilidad que tanto ansío,
aquí a tus plantas hago mis suplicas.

(Se pide el remedio de tres necesidades.)

Dígnate recibirlas porque las hace un corazón afligido.
 
Si el Poder Divino no esta a mi favor
sucumbiré por falta de tu ayuda.

Brazo poderoso ampara, asísteme, socorre
condúceme a la Patria Celestial.

Amén
 

Se reza un Credo y tres Padre Nuestros.
O la oración que cada uno crea conveniente.






Aquí te presento a mis Amigos
para que los bendigas, los cuides
y les enseñes a vivir.

Tú, que sabes lo que viven,
lo que les preocupa, lo que sienten,
lo que piensan, lo que anhelan,
lo que les falta y lo que desean.

Tú, que sabes cuando lloran,
cuando ríen, cuando están en la soledad.

Cuídalos, protégelos,
anímales a seguir adelante,
acompáñalos siempre.

A mí Señor ¡Enséñame!
A presentir lo que sienten dentro.
A estar disponible cuando más me necesiten.
A ser amable cuando más necesitan ser amados.
A verlos cuando necesitan ser vistos.
A oírlos cuando necesitan ser oídos.
A darles seguridad cuando necesitan seguridad.
A cuidarlos cuando necesita ser cuidados.
A acudir cuando necesitan de alguien.
A ayudarlos cuando necesitan ser ayudados.
A celebrar cuando necesitan celebrar.
A llorar cuando tengan necesidad de desahogarse.
A sentirme orgulloso de mis amigos.
A aprender muchas cosas de ellos.

Porque tú, Señor, fuiste el gran amigo incondicional
de Pedro, Mateo, Juan, Judas, Santiago,
María Magdalena, Pablo;
de muchos hombres y mujeres,
de muchos niños y jóvenes
que buscaban ser oídos y vistos;
que buscaban ser acogidos.

Enséñame, Señor, a ser un gran amigo como tú.

"No hay mejor amigo que el que da su vida por ellos"...

y Tú, Señor... la diste por mí.

Porque tú, Señor, fuiste, eres y serás

el gran Amigo incondicional.
 
 
 
 





¡Oh, Santísima y dulcísima Virgen María ,
Madre de Dios, Hija del Sumo Rey y Señora de los Ángeles,
Madre del Creador de todos, Reina de las misericordias, inmenso abismo de piedad¡

Tú nos recibes bajo tu protección y amparo
a todos los que solicitamos favor,
remediando poderosa las necesidades
de todos los que afligidos te invocan
como lo refieren las historias,
y pregonan los que en todos los tiempos han implorado
tu patrocinio visitando devotamente tus templos,
y especialmente el Santuario en imagen de Regla,
en que parece has querido
ostentar más tu poder y caridad,
pues en este templo, y por esta tu imagen,
todos hallan su remedio y su consuelo;
los navegantes en las mayores tempestades,
invocándote como Señora de Regla se libran
de tan manifiesto peligro y en las navegaciones
más dilatadas y peligrosas,
haciendo voto a su Santuario de Regla,
logran con felicidad el puerto que desean.

Los perseguidos de sus enemigos
se salvan por la devoción a esta tu imagen .

Los enfermos de todas las enfermedades
en ésta tu casa y por ti sanan.

Los miembros débiles e impedidos,
aquí cobran fuerzas y, generalmente,
todos los males aquí tienen remedio,
como lo publican las paredes de este templo
y los milagros puestos en ellas .

Venerando ¡oh Reina del Cielo¡
ésta tu imagen de Regla
imploramos tu patrocinio y favor pidiéndote
nos alcances de tu Hijo precioso,
el consuelo de una buena conciencia,
salud y fuerzas para servirte y venerarte;
el remedio de nuestras necesidades
y especialmente el de aquella
por quién os hacemos esta Oración,
esperamos Señora, por tu intercesión
conseguir lo que pedimos,
aunque lo desmerecen nuestras culpas
por la eficacia de tus ruegos.

Amén .
 
 
 
 

 
 
 
Señor Jesús,
concebido por obra del Espíritu Santo,
¡qué esperanza nos da saber
que tú has tomado nuestras debilidades
y has cargado nuestras enfermedades,
que eres el Señor de vivos y muertos
por haber pasado de la muerte a la vida.

Ofrendaste tu Pascua para que pudiéramos vivir
como resucitados, de pie.
Vemos que tu Espíritu acompañó los pasos de tus amigos,
como la columna de fuego en la noche del Éxodo.
El testimonio del Espíritu acompañó y acompaña
el testimonio de tu Iglesia,
haciéndose una misma voz.
¿Y qué afirman con su testimonio?
Tu resurrección, la derrota del demonio,
la sanación de nuestras enfermedades, la salvación.
El Espíritu es testigo, consuelo y alegría.
Lo demuestra con los signos que tú realizaste,
curando a la suegra de Pedro y sanando a tantos enfermos.
Es testimonio de tu perdón y nos anima a pedir perdón:
Señor, ten misericordia de mí.
Es testigo de tus curaciones y nos impulsa a decir:
Señor, sana mis heridas
y que pueda interceder por mis hermanos.
Es testigo de tu Palabra y enseñanza de Maestro:
Señor, que tu Espíritu me haga buen discípulo
y que ponga en práctica tu Palabra.
Haz, Señor, que mi vida no sea mía
sino tuya y de mis hermanos.
Es testigo de un sepulcro vacío y mudo,
de tu retorno a la vida:
Señor, dame la gracia de vivir como resucitado,
dejando atrás tantas muertes.
Es testigo de que mis labios
puedan llamar "Padre" a nuestro Dios:
Señor, que siempre responda a la llamada de ser hijo tuyo,
y que viva inserto en una familia de hijos y hermanos.
Es testigo y autor de lo que pone en mis labios
para que hable de ti ante el mundo:
Señor, dame fidelidad creciente
y la paz y alegría que de ella brotan.
 
 
 
 





Señor y Dios mío, en ti creo,
Padre, Hijo y Espíritu Santo.
mi única esperanza.

Óyeme para que no sucumba al desaliento
y deje de buscarte;
sino que ansíe siempre, tu rostro con ardor.

Dame fuerzas para la búsqueda,
tú que hiciste te encontrara
y me has dado esperanzas
de un conocimiento más perfecto.

Ante ti está mi firmeza y mi debilidad:
sana ésta, conserva aquélla.

Ante ti está mi ciencia y mi ignorancia:
si me abres, recibe al que entra;
si me cierras el postigo, abre al que llama.

Haz que me acuerde de ti,
te comprenda y te ame.

Acrecienta en mí estos dones
hasta mi reforma completa.

Amén.





 
 
 
En mi corazón, Señor, se ha encendido el amor
por una criatura que tú conoces y amas.

Tú mismo me la has hecho encontrar
y me la has presentado.

Te doy gracias por este don
que me llena de alegría profunda,
me hace semejante a Ti, que eres amor,
y me hace comprender el valor
de la vida que me has dado.

Haz que no malgaste esta riqueza
que tú has puesto en mi corazón:

enséñame que el amor es don
y que no puede mezclarse con ningún egoísmo;
que el amor es puro y que no puede
quedar en ninguna bajeza;
que el amor es fecundo y desde hoy
debe producir un nuevo modo de vivir en los dos.

Te pido, Señor, por quien me espera y piensa en mí;
por quien camina a mi lado;
haznos dignos el uno del otro;
que seamos ayuda y modelo.

Ayúdanos en nuestra preparación al matrimonio,
a su grandeza, a su responsabilidad,
a fin de que desde ahora nuestras almas
dominen nuestros pensamientos
y los conduzcan en el amor.

AMÉN






 
 
 
Angel santo de la guarda,
compañero de mi vida,
tú que nunca me abandonas,
ni de noche ni de día.

Aunque espíritu invisible,
sé que te hallas a mi lado,
escuchas mis oraciones
y cuentas todos mis pasos.

En las sombras de la noche,
me defiendes del demonio,
tendiendo sobre mi pecho
tus alas de nácar y oro.

Angel de Dios, que yo escuche
tu mensaje y que lo siga,
que vaya siempre contigo
hacia Dios, que me lo envía.

Testigo de lo invisible,
presencia del cielo amiga,
gracias por tu fiel custodia,
gracias por tu compañía.

En presencia de los ángeles,
suba al cielo nuestro canto:
gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo.

Amén
 
 
 
 


 
 
 
Te adoro en el Santísimo Sacramento,

Oh Jesús, Maestro Mío;
siento que hoy las cosas no marchan bien para mí.

Me parece que pierdo el valor y me invade la tristeza...
 
Por eso vengo a confiarte mi pena,
a ofrecértela sobre todo, para unirla a tu Cruz dolorosa,
y que eso sirva para purificarme de mis faltas;
quizás también un poco para salvar el mundo...

Tú me conoces bien, Señor.

Tú me comprendes, Señor.

Es bueno saber que has venido a esta tierra para perdonar, para ayudar a los que se sienten débiles y cansados.

Pues, bien lo sé, es preciso no dejarse abatir.

No es digno de un cristiano, salvado por Tu hijo,
de un Padre lleno de ternura.

No es digno tampoco de un ser humano
que esté decidido a realizar algo.

Jesús resucitado:
vuelvo a confiar en Ti y en mí.